Niños en un campamento para personas que perdieron su hogar por el terremoto en Cité Soleil, en Port-au-Prince, Haití. 31 de octubre de 2010. (Foto de Spencer Platt – Getty Images). |
Tengo la costumbre de guardar imágenes que me voy encontrando y que me parecen interesantes o motivadoras.
Las guardé en su momento (y no las borré después) impresionado por la belleza de sus rostros y por la inmensa paz que me inspiran sus miradas, cargadas de una esperanza que a uno le cuesta entender de dónde nace y se alimenta, en medio de tanta desgracia.
Al mirar sus caras de nuevo hoy se me hiela la sangre al pensar que tal vez el cólera haya podido infectarles… y ahora ya no sean más que esto: una imagen y nada más. Ojalá que no sea así.
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